La jornada dio comienzo con una oración y el saludo de Mons. Román Casanova Casanova, obispo de Vic y responsable del área de pastoral para las personas con discapacidad, el cual invitó a que éste fuera un encuentro vivo y personal donde revitalizar la esperanza, caminar desde el amor de Dios hacia un futuro y horizonte amplio, sin miedos a nuestras vulnerabilidades y discapacidades, con la certeza de que todos-juntos hemos de regalar esperanzas.
La primera ponencia bajo el título Accesibilidad: fraterna, católica y transversal, fue expuesta por D. Miguel Ángel Valero Duboy, profesor titular de la Universidad Politécnica de Madrid y delegado para Accesibilidad y Responsabilidad Social en la ETSIS Telecomunicación, el cual destacó que todos hemos de ser agentes de accesibilidad y juntos, ser capaces de dar respuestas inclusivas; creando conciencia de accesibilidad personal y pastoral para compartir, vivir, motivar, incluirnos a todos sin barreras... estar próximos unos a otros es cuestión de dignidad personal y fraterna, «Vivir la fraternidad evangélica es promover la accesibilidad, es promover la fraternidad con esperanza cristiana de hacer un mundo más digno y que el amor al prójimo, a todos, se muestre en una accesibilidad afectiva».
A continuación hubo un espacio en el que personas con discapacidad ofrecieron su testimonio, que como indica nuestra Delegada Inés, "fueron verdaderos regalos y signos de esperanza llenos de sentido y signos del amor de Dios que nos hacen constatar cómo desde la fe, el amor y las bienaventuranzas se llega a tener una vida plena y gozosa siendo bien para los demás, desde la vulnerabilidad y discapacidad unos congénitos y otros adquiridos en una edad madura a causa de accidente o enfermedad. ¡Todos somos iguales en dignidad y derechos! ¡Cuánta confianza! ¡Cuánto amor a Jesús y su Evangelio! Las parábolas de Jesús encierran mucho de todos estos testimonios de vida y esperanza... ¡Cuánto nos enseñan!"
Inés Escobar afirma, que «este ha sido un encuentro esperanzador, accesible, fraterno, católico con la confianza y esperanza en un Dios-Amor, que a través de su Palabra nos invita a «cambiar la mirada» para acercarnos e incluir en nuestra comunidad eclesial a todas las personas con distintas capacidades. De él se lleva el convencimiento de la riqueza y apoyo que supone para evangelizar en el mundo de hoy, la inclusión de todas las discapacidades en nuestra Iglesia, el ánimo para que en todas las diócesis, en nuestros ámbitos pastorales y eclesiales, se trabaje en el cuidado, inclusión y atención a las personas con distintas capacidades. Y la necesidad de formarnos para prestar un servicio de amor y esperanza con paciencia, creando puntos referenciales. Trabajar por el mundo de la Discapacidad formando agentes activos y reivindicativos en una accesibilidad fraterna personal y pastoral».
Fuente: https://evangelizacion.conferenciaepiscopal.es