Cuando Jesús anuncia a sus discípulos su pasión, muerte y resurrección, para cumplir con la voluntad del Padre, les revela el sentido profundo de su misión y los exhorta a asociarse a ella, para la salvación del mundo.
lunes, 15 de febrero de 2021
Mensaje del Santo Padre Francisco para la Cuaresma
Cuando Jesús anuncia a sus discípulos su pasión, muerte y resurrección, para cumplir con la voluntad del Padre, les revela el sentido profundo de su misión y los exhorta a asociarse a ella, para la salvación del mundo.
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jueves, 11 de febrero de 2021
Carta de D. Celso a los capellanes y encargados de la atención religiosa en los hospitales
Con motivo de la Jornada Mundial del Enfermo, Don Celso Morga, Arzobispo de la Archidiócesis de Merida-Badajoz, ha dirigido la siguiente carta a los capellanes y encargados de la atención religiosa en los hospitales.
Querido capellán o encargado de la atención religiosa de los hospitales:
El cuidado y la sanación de los enfermos es un aspecto fundamental en la actividad mesiánica de Jesús y nos lo ha dejado como testamento para los cristianos. Debe ser, por tanto, una actividad fundamental de la Iglesia: dar apoyo, compañía, amor, amistad y, sobre todo, el consuelo de los sacramentos a los enfermos. En toda persona que padece algún tipo de enfermedad, el cristiano ve la persona del mismo Jesucristo.
domingo, 7 de febrero de 2021
“Llevar la ternura de Dios a la humanidad sufriente"
ÁNGELUS
Plaza de San Pedro
Domingo, 7 de febrero de 2021
Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!
(...) El Evangelio de hoy (cfr Mc 1,29-39) presenta la sanación, por parte de Jesús, de la suegra de Pedro y después de tantos otros enfermos y sufrientes que se agolpaban junto a Él. La de la suegra de Pedro es la primera sanación física contada por Marcos: la mujer se encontraba en la cama con fiebre; la actitud y el gesto de Jesús con ella son emblemáticos: «Se acercó y, tomándola de la mano, la levantó» (v. 31), señala el Evangelista. Hay mucha dulzura en este sencillo acto, que parece casi natural: «La fiebre la dejó y ella se puso a servirles» (ibid.). El poder sanador de Jesús no encuentra ninguna resistencia; y la persona sanada retoma su vida normal, pensando enseguida en los otros y no en sí misma - y esto es significativo, ¡es signo de verdadera salud!