El 2 de
marzo se encontraron, como estaba previsto, en el Seminario Diocesano de
Plasencia, un centenar de personas, voluntarios de la Pastoral de la Salud, provenientes
de las tres diócesis extremeñas.
De la
diócesis de Mérida-Badajoz, acudieron una treintena de personas de algunas
parroquias de Badajoz, un grupo de las parroquias de Montijo y otro grupo de
Villafranca de los Barros junto a su párroco José Cordero.
Acompañó un
día primaveral que permitió admirar el rico conjunto histórico artístico de Plasencia,
ciudad señorial de la alta Extremadura. Como estaba programado, el delegado
nacional de la pastoral de la salud desarrolló una charla sobre “los equipos de
pastoral de la salud en las parroquias”, desgranando una serie de actividades
pastorales muy prácticas para aplicar en las parroquias, referentes al mundo
del enfermo.
A
continuación, se celebró la Eucaristía, presidida por el emérito obispo
placentino, Monseñor D. Ciriaco, quien se mostró identificado con la labor de
la Iglesia en lo que tendría que ser una pastoral prioritaria de acogida y
acompañamiento a los enfermos, como lo hizo Jesús y se lo propuso a los suyos.
Finalmente,
se aglutinaron los grupos en torno a unas mesas y se compartieron los productos
aportados por cada uno, degustando la rica gama de alimentos provenientes de
las tierras extremeñas. Así se concluyó una jornada de convivencia, celebración
de la fe y preocupación por acompañar a los más débiles en la salud.
La Delegación para la Pastoral de la Salud